El viento cabalga con trote ligero y sube montañas. ¡Qué buen caballero!
El viento patina por sendas de hielo y si se fatiga descansa en el cielo.
El viento acaricia y enreda cabellos con los que dibuja paisajes muy bellos.
El viento lejano afloja su vuelo y deja su huella dormida en el suelo.
El viento es poeta y escribe sus sueños en hojas de roble con dos o tres dedos.
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