Me obligan a recoger cientos de cadáveres de mujeres desnudas. Observo marcas en su piel y me doy cuenta de que ligeramente fueron castigadas. Las envuelvo en bolsas plásticas negras y ordenadamente apilo sus cuerpos unos sobre otros. Tomo apuntes en un cuaderno de notas y no me permiten opinar ni preguntar nada, absolutamente nada.
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